“Hemos visto durante los últimos meses como Bitcoin ha alcanzado un máximo histórico en su precio, provocando que todo el mundo crypto actualmente esté en boca de todos.

Para los creyentes de la tecnología Blockchain y las criptomonedas esto es sólo un comienzo, mientras que para el resto de las personas ha sido una gran sorpresa. Al principio, la sensación generalizada era de incredulidad y escepticismo, pero hoy muchos han transformado ese sentimiento en ganas de invertir dada la alta rentabilidad que han tenido, superando incluso el precio del oro.

Si pensamos que a principios del año 2017 el precio de Bitcoin era de casi USD 1.000 (¡y no me remito a años anteriores para que no nos de pena!) hace unas semanas su precio rondaba los USD 56.000, por lo que afortunados aquellos que invirtieron en buena época.

Pero no todo es color de rosas. Si bien hoy ya no es novedad, es importante entender que las ganancias obtenidas por la compra y venta de criptomonedas deben tributar. Lo anterior ya que la norma razona en el sentido de que deben pagar impuestos los incrementos patrimoniales que tenga un contribuyente, por lo que si invertí 100 y obtuve 1.000, generé un incremento patrimonial de 900 por los cuales debo pagar. ¿Cómo tributo? Si quien obtiene la ganancia es una empresa, tributará con el impuesto de primera categoría. En cambio, si es una persona natural, tributará con el Impuesto Global Complementario o Adicional, según si es o no residente o domiciliado en Chile. Obviamente siempre existirán aquellos que deciden no declarar sus ganancias, pero es inevitable advertirles que ello es un riesgo.

Por otra parte, muchos comienzan a invertir sin saber los efectos que podría provocar el éxito de sus inversiones o sin saber de qué manera podrían hacer más eficiente esa gestión. La actividad de compra y venta de criptomonedas, más allá de que sea sólo un hobby o una forma de generar ingresos extras, probablemente sea más conveniente realizarla a través de una estructura corporativa más sólida que permita aprovechar ciertos beneficios jurídicos y tributarios que, como personas naturales, no podemos utilizar.

Lo anterior, no es un consejo que pueda aplicar para todos, sino que más bien habría que analizar caso a caso la conveniencia y el cómo implementarlo para cada persona, ya que dependerá de muchos factores como, por ejemplo, la cantidad de ingresos obtenidos al año por actividades distintas a las criptomonedas, cuáles son sus fuentes, el cómo les está yendo con su actividad de trading, entre otros aspectos. Por otra parte, hay quienes, dado el éxito que han tenido, comienzan a dar consejos a terceros o incluso, prestar servicios en la materia. Ello requiere si o si dar cumplimiento normativo a un montón de aspectos que puede evitarles grandes dolores de cabeza en el futuro.

Finalmente, es importante entender que no todo es color de rosa a pesar de las grandes ganancias que puedan haber obtenido a la fecha, ya que se pueden ver enfrentados a situaciones poco agradables por no haber puesto el foco necesario en el momento correcto.

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